Resiliencia, melancolía y mucha nostalgia
Hoy son de esas veces que me siento melancólico no me queda más que estar en mi computadora y desahogar mis penurias en Word o en todo caso en este blog, puesto que tengo tiempo fuera de mi País de repente se extrañan cosas de allá, familia, amigos y comidas, de repente me dan ganas de dejar todo e irme pero mi mente es muy sensata y vienen los pros y contras más contras que pros para irme, pero después de un rato escribiendo siento ese desahogo, claro escuchando música tranquila me hace sentir bien.
El estar fuera de casa es muy difícil para aquellos que nos vamos lejos y más en tierras tan lejanas, muchos se lo guardan y ni sabes que les pasa otros dicen algo pero no conozco hasta ahora quien se desahogue en alguna red social de su sentir y pensar.
Me entran cosas en la mente que a veces tratas de no ver se llaman realidades de las que uno a diario esta en constante ritmo. He conocido gente muy amable, no me puedo quejar, puedo sentir esa camaradería que te hacer olvidarte que eres “extraño” así como también gente que tienes que conocer para hacerte cada vez más fuerte, tal vez por desilusiones o desencantos, ¡y claro! por fortuna son pocas, pero están en cualquier parte del mundo, no todo es de color de rosa, si alguien te cuenta lo contrario te esta mintiendo.
También he conocido muchas cosas que jamás me imaginé, me ha abierto mi conocimiento sobre lo que creía conocer, es decir mi Monterrey fuera de ella. Cultura diferente, estilos de vida, costumbres y mucho más. Que sólo así se puede conocer y no te lo cuenten. Me he dado cuenta que como mexicanos tenemos mucha curiosidad hacia con los extranjeros.
Pero quise hacer mi sentir en estas letras de esos días que no quisiera que existieran, pero que lamentablemente los hay y que están para hacerte muy fuerte dejándote experiencias agridulces. Chau!
